La espera terminó. Amado y venerado por los críticos y espectadores, pero odiado y temido por aquellos que trabajaron con él, la vida del director Alfred Hitchcock llega por fin a los cines tucumanos (y pese a que la película ya se encuentra en los videoclubes).
Con una sublime interpretación de Anthony Hopkins, "Hitchcock" retrata el costado humano del maestro del cine de suspenso, un verdadero ícono del séptimo arte del siglo XX.
Dirigido por Sacha Gervasi, el filme se centra en el período en el que Hitchcock estaba concentrado en el rodaje de "Psicosis". Así, el filme expone los problemas que el director afrontó para financiarla, hasta el punto de hipotecar su casa. También cuenta los obstáculos que debió sortear para que la famosa escena de la ducha (recreada en esta oportunidad por Scarlett Johansson) no fuera anulada por la censura de aquella época.
Pero sobre todo el filme retrata la relación de Hitchcock con su mujer, Alma Reville (Helen Mirren), prácticamente desconocida para el gran público pero una excelente guionista, que dejó de lado su carrera para dedicarse a engrandecer la de su marido. Fue una valiosa colaboración en los guiones que el gran realizador agradeció públicamente cuando en 1979 recibió el premio a su trayectoria del American Film Institute.
"Siempre sentí que la esencia de 'Hitchcock' debía ser la historia de amor entre Alfred y Alma. Tenían esta relación dinámica, compleja, contradictoria, bella y dolorosa, que no fue simplemente un matrimonio, sino una auténtica colaboración creativa", explicó Gervasi.
Para el realizador, es este amor polémico y pasional el que explica la gran obra del director. "Sin Alma a su lado, Hitchcock no hubiera sido tan brillante, o no hubiera podido sacar adelante proyectos tan revolucionarios como 'Psicosis'", aseguró.